Amy Winehouse. Pobre muñeca rota
Amy Winehouse ha muerto a los 27 años. Como Brian Jones. Como Jimi Hendrix. Como Janis Joplin. Como Jim Morrison. Como Kurt Cobain. Sin llegar a demostrar si era realmente una luminaria cegadora, o simplemente una artista sobrevalorada gracias a estar en el sitio adecuado en el momentro idóneo (cuando la predadora industria trató de resucitar el soul), y a ser objeto predilecto de cámaras ávidas de morbo. De broncas, borracheras, etcétera. Ahora los mass media ya pueden publicar, con alguna ligera actualización, un leve lifting, esos obituarios que llevaban tiempo escritos, esperando en alguna carpeta el momento de ver la luz. Lamentablemente, el día ha llegado. Y nos entristece. Nos caía bien Amy. Pobre muñeca rota. Descanse en paz.
Pingback: Preguntas sin aliñar: Carlos Galán | Lo Que Coma Don Manuel